El Día del Animal se celebra todos los 29 de abril en Argentina por la conmemoración del fallecimiento del doctor Ignacio Albarracín, quien fue el propulsor de la Ley N° 2786 de Protección de Animales. Además, junto a Domingo Faustino Sarmiento, fundó la Sociedad Protectora de Animales.
En Argentina las mascotas han pasado a ser integrantes del grupo familiar y en 3 de 4 hogares hay una de ellas. Un fenómeno en alza permanente que se potenció en la pandemia con un crecimiento del 29% (datos de la consultora Kantar División Insights).
Según la Cámara de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos 3 años se han duplicado los negocios PET y es cada vez más común que las casas de alquiler temporario incluyen a las mascotas como huésped Friendly, como así también en las playas, bares, restaurantes o incluso la posibilidad de llevar a la mascota en la cabina de un avión.
Ante esta tendencia cada vez más pronunciada, y en nuestro carácter de especialistas en seguridad vial, nos suelen consultar con frecuencia sobre ¿cómo llevar a las mascotas en los autos?
Desde la Ley de tránsito nunca se ha puesto foco en este tema, no se refiere en específico al traslado de mascotas, ni hace mención especial al modo en que deben ser trasladadas, como sí se ha legislado en algunos países de la Unión Europea como Noruega , Dinamarca o Suecia donde las mascotas pueden trasladarse con autos o van específicos, con anclajes para llevar animales, en caniles que se sujetan a anclajes que dispone el propio vehículo que, por lo general, lo recomienda la propia marca de automóviles.
En primer lugar, es importante comprender que la mascota jamás debe viajar suelta en el vehículo porque de esa manera se pone en riesgo ella y los pasajeros que la acompañan, ya que si el animal no está sujeto puede descontrolarse, saltar sobre el que maneja y generar una situación de gran riesgo. Desde CESVI hemos investigado varios siniestros con estas características, donde el animal en su característica instintiva aborda al conductor y éste pierde el control del vehículo.
Cuestión de peso
Una mascota suelta aumenta las consecuencias en caso de una colisión. Un choque a 100 km/h en una autopista o ruta puede hacer que un perro que pese 20 kilos multiplique su peso por 40 veces y golpee a una persona como si pesara 800 kilos, transformándose en algo muy peligroso para el resto de los pasajeros.
En la Provincia de Buenos Aires, la ley 13.637 establece que “ningún conductor podrá llevar animales en el asiento delantero, éstos deberán ser transportados en el asiento trasero y atados con correas de modo tal que no puedan saltar al asiento delantero”. Por su parte, la ley 2.148 de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires también se expresa sobre el tema ya que prohíbe a los conductores “transportar animales sueltos”.
Por lo tanto, para llevar mascotas en el auto y evitar que un viaje pueda volverse una experiencia sumamente desagradable existen artículos como cinturones, jaulas y correas que están preparadas para ser ensambladas a la carrocería del auto y engancharse a la propia estructura del asiento.
Los cinturones de seguridad fueron diseñados para que lo utilicen los humanos. Por ello, para adaptarlo a la morfología de un perro hay que colocarle al animal una especie de chaleco o arnés para poder desde allí atar el cinturón. Por su parte, en el caso de los gatos, tienen que trasladarse en una especie de jaula o canil, sujetada al vehículo a través de un cinturón de seguridad.
Ansiedad, estrés, mareos
Para conocer qué sucede con los animales cuando son transportados y hacer lo mejor para ellos ante esas situaciones, recurrimos a la opinión de un especialista.
Nicolás Curetti, Médico Veterinario, Matrícula 350, nos comentó: “Para un animal realizar un viaje puede ser una experiencia estresante. Se recomienda que vaya en ayuno, que no haya comido, porque con los movimientos de los vehículos, por las energías cinéticas generadas en el movimiento, se provocan mareos y vómitos. Es más, se aconseja darle medicamentos anticinetósicos, que disminuyen esa sensibilidad al mareo. Esto es en el caso de que no estamos acostumbrados. Si el animal viaja habitualmente en auto, no tendrá problemas”.
El facultativo brindó algunas recomendaciones adicionales para que las mascotas no sufran en esta experiencia sobre ruedas: “Es importante mantenerlos siempre hidratados y parar periódicamente para que puedan salir del auto. De ninguna manera hay que dejarlos solos en el habitáculo y, mucho menos, con los vidrios levantados”.
Hay maneras de evitar que el viaje en auto se convierta en una pesadilla. Para ello, Curetti recomienda: “Es ideal ir acostumbrándolo con trayectos cortos antes para que el viaje no se convierta en una situación traumática. El traslado en un vehículo le genera ansiedad al animal porque es una situación anormal para él. De esta manera se la puede bajar. Pero el comportamiento depende mucho del temperamento del animal. Los perros chicos, las razas Toy, por ejemplo, son más sanguíneos, nerviosos y estresables. Son los que más se van a complicar. En cambio, los perros grandes, de más de 20 o 30 kilos, suelen tener un temperamento linfático, son más apáticos al medio y a los agentes estresantes. No la pasan tan mal'.
Recomendaciones en cuatro patas
La Dirección General de Tráfico de España (DGT) brinda algunos consejos para el traslado de mascotas:
- No colocarlo en el baúl.
- Evitar que saque la cabeza por la ventanilla.
- Prestar atención al bajarlo del auto para que no sea atropellado.
- Realizar paradas frecuentes para que se hidrate y haga sus necesidades.
- Ubicarlos en los asientos traseros.
- Adaptarlo previamente al viaje en auto.