Lamentablemente en los últimos días fuimos, nuevamente, testigos de gravísimos siniestros donde el alcohol fue el protagonista.

Muchas personas perdieron la vida y tantas otras aún están en estado delicado como consecuencias de conductores que manejaron alcoholizados.

Existen muchos  consumos peligrosos para la conducción y el alcohol es uno más, pero la preocupación mayor radico en que está socialmente aceptado su consumo y que los valores de referencia que propone nuestra legislación son altos pensando en los efectos que genera sobre la conducción.

En CESVI realizamos varios estudios y pruebas donde (alcoholemias nunca superiores al 0,4 gr x litro de sangre), observábamos cambios importantes en la percepción del riesgo, aumentos en las imprecisiones de maniobras y un aletargamiento significativo de los tiempos de reacción.

Si estos estados los vinculamos con nuestra red vial, donde un 90% son vías de doble sentido de circulación, con un margen de maniobra de apenas centímetros nos daremos cuenta de la magnitud del problema. 

Efectos

Un aspecto importante que observamos en estas pruebas simuladas con voluntarios es como cambia su efecto y la rapidez del resultado de acuerdo a como se lo consuma. Por ejemplo, si la bebida se la ingiere rápidamente o con el estómago vacío, la alcoholemia trepa y su efecto es casi inmediato al consumo, algo que se suele dar en las previas antes del ingreso a los boliches. 

Por eso las tablas de consumo, si bien son una referencia, no siempre reflejan la peligrosidad del efecto del consumo de alcohol.

Desde CESVI ARGENTINA nuestra recomendación es alcohol 0 al volante.

Por Ing. Gustavo Brambati. Subgerente de Seguridad Vial